Entre los artículos que componen este blog de temas laborales los que más
aceptación han tenido desde su inicio han sido los relacionados con el Mobbing
y con los cambios en las condiciones laborales de los trabajadores. Además si
estaban aderezados con imágenes impactantes o divertidas su aceptación se
multiplicaba. Recordemos por ejemplo Mi jefe es un psicópata?.
Pero no debemos caer en la demagogia porque es evidente que nuestro trabajo
diario necesita dedicación constante, y que el mercado actual exige que todos
estemos a la altura de las circunstancias. Eso quiere decir que la empresa
nunca puede llegar a convertirse en un centro de meditación budista, y que
siempre es necesaria una cierta tensión de trabajo.
La línea que separa la tensión de la presión es la misma que diferencia el
Stress laboral positivo del Stress como patología o como enfermedad. Es también
la diferencia entre el afán de superar un reto profesional y la amenaza
constante para obtener un resultado. Y por último la diferencia entre un jefe
acosador a uno que no lo sea es esa precisamente, que el primero amenaza y
grita mientras el segundo convence y motiva a sus trabajadores.
Para obtener ese Stress laboral positivo la empresa debe tener claras sus
directrices:
-
Facilitar una descripción clara del trabajo
que hay que realizar de los medios materiales de que se dispone y de las
responsabilidades. El desconocimiento se traduce en una sensación de
incertidumbre y amenaza.
-
Asegurarse de
que las tareas sean compatibles con las capacidades y los recursos de los
individuos y proporcionar la formación necesaria para realizarlas de forma
competente, tanto al inicio del trabajo como cuando se produzcan cambios.
- Controlar la
carga de trabajo. Tanto un exceso de trabajo como la poca actividad pueden
convertirse en fuentes de estrés.
- Establecer
rotación de tareas y funciones en actividades monótonas y también en las que
entrañan una exigencia de producción muy elevada.
-
Proporcionar
el tiempo que sea necesario para realizar la tarea de forma satisfactoria,
evitando prisas y plazos de entrega ajustados.
-
Prever pausas
y descansos en las tareas especialmente arduas, físicas o mentales.
-
Favorecer
iniciativas de los individuos en cuanto al control y el modo de ejercer su
actividad.
-
Explicar la
función que tiene el trabajo de cada individuo en relación con toda la
organización, de modo que se valore su importancia dentro del conjunto de la
actividad de la empresa.
-
Diseñar
horarios laborales que no entren en conflicto con las responsabilidades no
relacionadas con el trabajo (vida social).
-
Evitar
ambigüedades en cuestiones como la duración del contrato de trabajo y el
desarrollo de la promoción profesional. Potenciar el aprendizaje permanente y
la estabilidad de empleo.
En la segunda parte de este artículo veremos cuales han de ser las
directrices del trabajador para crear una situación de Stress laboral positivo.